Hace unos meses tuve la suerte de escuchar un pedacito de la experiencia de vida de Inés Berton.⠀⠀⠀⠀⠀

Ella es teablender, creadora de Tealosophy, Intizen y Chamana. Emprendedora nata, una de las 11 narices del mundo que se “animó” a entregarle al mundo su pasión.⠀⠀⠀⠀

Aluciné con la generosidad de su relato al compartir tanta sabiduría e inspirar a través de su propia historia.

Me pareció una mujer muy talentosa, con un empuje impresionante y un camino recorrido que tiene mucho para aportar. Por eso le propuse entrevistarla y expandir su mirada para que otros negocios puedan nutrirse de su experiencia.

Su energía es pura inspiración, gracias a ella se me ocurrió hacer este nuevo formato de ENTREVISTAS ANIMADAS.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Exploto de emoción por compartirla con vos!

Pensá en todo hoy, aunque sea un delirio. No vale “el ya que estamos”.

Una vez que lo definís, es más fácil filtrar cualquier decisión y evaluar si está alineado con tu norte.

Yo por ejemplo quería que «tealosophy» fuera el «Hermès del té», donde se elige cada ingrediente: nuestras verbenas vienen del sur de Francia, las vainillas de Madagascar, las especias de Birmania, los frutos rojos de la Patagonia, los cítricos del Mediterráneo, etc.

Hay que ser bien abierto y soñar.

Yo siempre soñé con abrir un kiosquito que hay en el centro de Place des Vosges de París, o una tienda en el West Village de New York.

Mi abuelo se especializó en propiedad intelectual, mi padre y mis dos hermanos tienen los estudios más grandes de Argentina de este sector.

La propiedad intelectual tiene un valor enorme. A mi me encanta cuando me contratan para hacer una etiqueta privada y poder crear la identidad de una marca. Es algo que hago muchísimo, en Francia ahora, en Bélgica y por supuesto en Argentina con Inti Zen que ahora se exporta a 25 países, creando todos los blends de cero.

Hay una cosa que no falla nunca que es NO COPIAR. Cuando copiás te limitás, ya estás arrancando no creyendo en vos, y es muy difícil salir de ahí.

A veces veo marcas de gente super capaz y reconocida que copiaron una marca que vieron en algun lugar. De esta forma ya le están poniendo un límite porque eso ya existe afuera, ya no van a poder salir al mundo, ya no están pensando de un modo global.

Cuando pensé Tealosophy, era mi latido, mi manera de ver el té. Esa fusión de oriente y occidente, como lo conocí yo. Es aprender, poder transmitir mis viajes por todo el mundo. Para mi el té no conoce fronteras: son siempre las 5 de la tarde en algún lugar del mundo! 

Tealosophy dejó de ser una marca de té, es una marca de lifestyle.

El té es nuestro hilo conductor, es atemporal, es el lujo posible, el lujo accesible. Somos una compañía 360, ya no pensamos sólo en té.

Hoy por hoy hacemos viajes de té al Himalaya y a Marruecos, hice un disco con Warner Music que se llama «Music for a Tea Generation” donde hago un maridaje de té para cada canción, publiqué dos libros. Como viajo tanto hice almohaditas para dormir con perfumes de mis blends mas conocidos y en su momento también hicimos jabones de té verde envueltos en kimonos antiguos y los vendimos a una cadena de hoteles muy grande de afuera. También soy speaker e imagen para muchas marcas.

Tenemos más de 150 variedades de té «honesto» que se hace con ingredientes genuínos y eso te permite abrir. No me gustan las cosas que limitan, me encanta pensar en 360!

Cuando vivía en Nueva York y lo llamo a mi papá y le cuento que había renunciado a mi trabajo en un museo muy prestigioso porque me iba a dedicar a hacer té, me preguntó: Test vocacional? No, té para tomar. Casi se infarta.

Por suerte me fue muy bien allá y en el 2001 decidí volver a Argentina en plena crisis: si iba a dar trabajo a 5, a 10 o a 300 quería hacerlo en mi país.

Antes el concepto del té estaba asociado con sentirte mal, te lo recetaba el médico.

Yo creo en el bienestar profundo que va mucho más allá de las propiedades de cada ingrediente.

El verdadero bienestar está en si te hacés buena companía a vos mismo. El té es bienestar: agua, sensibilidad y paciencia.

La principal propiedad es el tiempo para uno mismo.

A mi me encanta regalar, cuando encuentro algo que me hace pensar en alguien, lo compro. Tealosophy yo lo armé así, tiene más de 100 variedades de té para regalar a personas diferentes, para hacer sentir al agasajado que pensaste en esa persona. Con Chamana e IntiZen nos gustaba el modo en que la gente nos elige, contamos el recorrido que hay para hacer cada cosa, tenemos el tiempo de escucharte y entender qué venis a buscar, nada de «té despacho».

El té es un lenguaje, no un producto.

Tiene que ver con cambiar competir por compartir con otras personas, disfrutar de algo sano (más allá de todas sus propiedades: antioxidantes, polifenoles, etc), tiene la propiedad de esa pausa, ese silencio de volver a nosotros y reconectar.

Espero que esta entrevista te inspire tanto como a mi para mejorar o crear la identidad de marca gastronómica.

Si te aportó algo, me encantaría leerte acá abajo en los comentarios!